Los jardines siempre han estado presentes en las composiciones arquitectónicas como testigos del momento cultural, estatus y religiosidad de los pueblos. Sin embargo, desde hace algunas décadas, es posible ver un fortalecimiento de esta relación entre arquitectura y espacios verdes. Una situación que culminó en 2020, con un importante aumento del papel de los entornos verdes, estrechamente relacionada con la pandemia Covid-19 y el aislamiento social que ha provocado. En este sentido, se consolidó la relación entre la casa y el jardín, desde pequeñas macetas en departamentos en el centro de las ciudades hasta exuberantes proyectos de paisajismo dentro y alrededor de las residencias, representando –a diversas escalas– la búsqueda de la reconexión con la naturaleza.
_-08_09.09.2018-.jpg?1613043344 "Residência Flick / Delution. Imagem © Fernando Gomulya")
Estos jardines acaban asumiendo diferentes funciones en el diseño arquitectónico, además de en la estética. Dependiendo de la forma en que se diseñen e implementen, garantizan no solo la salubridad de los entornos, sino también la seguridad, funcionalidad y privacidad, mejorando la calidad de vida de sus habitantes.
A continuación, seleccionamos algunos proyectos en los que desaparecen los límites que separan la arquitectura y el paisajismo, generando composiciones singulares que favorecen el conjunto final, principalmente en la integración entre jardines internos y externos.
En medio del clima tropical de la ciudad de Ho Chi Minh, Vietnam, Okkio Duy Tan Caffe utiliza el diseño del jardín para mejorar el confort térmico, así como un área de amortiguación entre los volúmenes antiguos y nuevos. Un camino separa el jardín en dos patios, divididos por estructuras de vidrio, que pueden abrirse o cerrarse según sea necesario.
Como ejemplo más cercano a nuestra realidad, Casa Villa Lobos, cuenta con jardines internos y externos que enfatizan y trabajan con la suave pendiente del terreno. El comedor y la cocina forman un espacio continuo y están ligeramente elevados en relación con la acera. En este sentido, tres jardines involucran estos programas. El jardín de la entrada está marcado por un cerezo ya existente en el terreno, el jardín central entremezcla garaje y balcón, y finalmente, el jardín trasero que gana todo el ancho del lote e incluye una piscina. Además, cabe mencionar que los pilares metálicos tienen geometrías distintas y puntúan estos espacios a nivel del jardín, representando un interesante ejemplo en el que la arquitectura y el paisajismo se integran y complementan.
Al igual que Casa Villa Lobos, la Casa FL también surgió a través del estudio del terreno donde se identificaron dos impactantes vistas: la parte trasera, con el hermoso paisaje del bosque, y el frente del lote, que brinda una amplia vista del atardecer con el campo naranja. Como base, hay un volumen longitudinal con aleros anchos y esbeltos que forman generosos balcones.
Sus jardines, exuberantes en las áreas externas, aparecen dentro de la residencia de manera puntual, sirviendo para marcar el camino principal y enfatizar la monumentalidad de la larga escalera. Además de la vegetación, cabe mencionar que también se lleva a la casa el material del jardín exterior, utilizando el mismo suelo de piedra.
En otro ejemplo brasileño de Jacobsen Arquitetura, en Casa MLA, los jardines internos y externos se relacionan entre sí a través de las composiciones del paisaje en los bordes del terreno, como una estrategia para mitigar la pequeña brecha entre el volumen y el muro fronterizo. Los jardines perimetrales rodean tanto la sala de estar al aire libre, la piscina, la sala de estar y el comedor interior.
La Casa RL es otro ejemplo en el que el proyecto surge directamente de las condiciones naturales del terreno, materializando la exuberancia natural externa también en los jardines internos. La planta baja del complejo permite integrar el paisajismo y el jardín con la casa vecina, sin comprometer la privacidad de cada uno. La piscina cuadrada intensifica la sensación de un patio central formado por los tres volúmenes, dando unidad a la implantación asimétrica.
La búsqueda de la reconexión con la naturaleza puede verse como una estrategia en varios proyectos alrededor del mundo. Este es el caso de la Casa Flick para la que los clientes querían un proyecto que pareciera sencillo y acogedor en la provincia de Java Central, Indonesia, de donde vino el propietario y del que tiene buenos recuerdos. Para cumplir con este requisito, se crearon cuatro jardines: uno principal, uno privado, uno flotante y un patio interno. El jardín principal está directamente adyacente a la sala de estar familiar y está limitado por una gran puerta corredera que se puede abrir o cerrar fácilmente. La presencia de esta gran puerta facilita la entrada y el flujo de aire en todas las estancias del primer piso, especialmente el comedor.
La existencia de los jardines, además de traer la sensación de calidez al hogar, provoca una disminución de la temperatura, ya que la circulación del aire a través de la vegetación refresca los espacios de manera ideal.
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Sin embargo, cuando se habla de jardines internos y externos, no necesariamente se refiere a las exuberantes composiciones paisajísticas. En Casa Sibipirunas, por ejemplo, los elementos verdes se llevan a los ambientes de una manera muy puntual a través de los grandes árboles que forman parte del diseño interior. Justo en la entrada, el visitante es guiado por una pasillo de madera y un jardín frondoso, proporcionando una recepción tropical. El paisajismo, firmado por Daniel Nunes, se perpetúa en los interiores, también gracias a la arquitectura transparente diseñada por los arquitectos.
Como otro ejemplo asiático, Casa CH, en Hanoi, Vietnam, también presenta una composición paisajística interna puntual. La naturaleza tiene un efecto positivo en la salud mental de las personas, sin embargo, el rápido desarrollo de Hanoi ha hecho que las áreas verdes de la ciudad estén prácticamente extintas. Con esto en mente, los jardines interiores de la casa fueron pensados como momentos de relajación y descanso, espacios donde los residentes pueden aliviar y liberar el estrés de la intensa vida moderna de la capital. Según sus arquitectos, Casa CH no es solo un refugio para la familia, sino principalmente un espacio de conexión entre el ser humano y la naturaleza.
Al igual que el proyecto anterior, el jardín de Casa Tropical, también en Vietnam, está tejido en toda la casa, a través del cual las plantas son libres de trepar entre todos los pisos, adornando las formas cúbicas fundamentales de la estructura. Un paseo sinuoso entre la puerta fortificada lleva al usuario al salón exterior, a través de un jardín revelador situado sobre el nivel de la calle y protegido del exterior.
En la propuesta de Casa Terra, volviendo a los ejemplos brasileños, se crea un gran espacio, con mucha luz natural, integrado en un atractivo jardín, seguido de una cómoda sala de estar bajo una pérgola. El entorno fue diseñado para servir de inspiración para un anexo a una casa principal, un espacio de socialización y esparcimiento para reunirse con familiares y amigos, donde son recibidos por una increíble vista al verde, haciendo referencia a la acogida y tranquilidad del campo. El diseño de paisaje firmado por el reconocido Alex Hanazaki está presente con sus creaciones que combinan armonía y un buen gusto innegable.
Finalmente, en cuanto a arquitectura y paisajismo, Casa MeMo es un ejemplo interesante, principalmente por su relación entre los jardines internos y externos y los entornos que los rodean. Ubicada en una parcela en San Isidro, en la zona norte de la provincia de Buenos Aires, Argentina, la casa nace con la premisa de un cliente apasionado por el paisajismo con una fuerte creencia en la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente en la realización de un proyecto en un solar entre frontones reduciendo al máximo la pérdida de espacios verdes en la construcción de viviendas. Ante este requerimiento, se propone construir arquitectura y paisajismo simultáneamente. Los metros cuadrados de proyección del edificio se convierten en jardines en tres dimensiones, uniendo todas las plantas a través de él. Se crea un juego topográfico a través de un sistema de rampas verdes que conectan el nivel cero como el primer piso y el techo, generando una terraza jardín continua.
